México Global

Plataforma de indicadores, más allá de las propuestas

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Desde hace menos de una década, la economía digital desafía en el mundo entero nuestros modos de informarse, de diseñar, de producir, de consumir, de entretenerse, y hasta de compartir nuestras opiniones gracias a las redes sociales. Se está desarrollando una economía en la cual el conocimiento, la conectividad y el manejo de datos se vuelven cruciales para emprender, para innovar, para crear empleos y para impulsar más la inclusión social.

¿Está todavía a tiempo México de prepararse para ser un actor relevante de la economía del futuro?

Con el propósito de aportar a esta reflexión y de impulsar un diálogo con todos los actores relevantes sobre las diferentes alternativas por las que México puede optar para lograr una transformación más ambiciosa, el Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG) elaboró la visión “México 2030 ante la Cuarta Revolución Industrial, Versión 2.0”, que establece metas para posicionar al país ante la llegada de una nueva era tecnológica e incluye más de 100 propuestas específicas para alcanzarlas y así lograr un crecimiento económico con mayor inclusión, que impulse el bienestar de la sociedad mexicana con una visión de largo plazo. Estas propuestas están plenamente alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas, pues hay coincidencia con 16 de los objetivos.

Con miras a ir un paso más allá en la contribución al debate público, el CEEG elaboró una plataforma de indicadores de la Visión México 2030, cuyo objetivo es evaluar periódicamente los avances en el cumplimiento de las metas y propuestas específicas derivadas de la Visión 2030. Esta plataforma, que fue encomendada al Laboratorio Nacional de Políticas Públicas (LNPP) del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), busca convertirse en un instrumento para el diálogo y el debate sobre las políticas públicas que México debe adoptar hacia el futuro.

Los indicadores de la plataforma están organizados en función de tres criterios.  El primero se refiere a las cuatro metas de la Visión México 2030 y el segundo a las ocho áreas temáticas o elementos habilitadores del mismo documento.  Un tercer criterio es el de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.  La plataforma permite evaluar cómo nos vamos moviendo hacia la consecución de nuestros objetivos a través de la evolución de diferentes variables.

Imagen: ESAN.

Una de las metas de la Visión México 2030, por ejemplo, es posicionar a México como el quinto exportador de la economía global. La plataforma mide la brecha en puntos porcentuales con respecto al quinto exportador para monitorear cómo vamos avanzando hacia esa dirección, y cuánto nos falta para alcanzar la meta.

En un mundo cada vez más complejo y ante las crecientes necesidades de la ciudadanía, es prioritario contar con herramientas para evaluar los resultados de los programas y políticas públicas, y con ello impulsar la toma de decisiones informada. De esta forma, la plataforma de indicadores del CEEG es un instrumento sumamente útil no sólo para monitorear dónde se encuentra el país, sino para ir ajustando, en su caso, las políticas públicas que se requieren para alcanzar un México más global, más eficiente y más equitativo.

Como lo hemos reiterado en repetidas ocasiones, México requiere de condiciones mínimas para despegar como potencia mundial, que pasan por la certidumbre y la competitividad de las reglas para hacer negocios. Para ello, es necesario reconocer la relevancia de la participación decidida de todos los sectores. Sólo así se podrá construir un mejor futuro para el país. No se necesita sólo del gobierno, sino también del sector privado, de los trabajadores, de la sociedad civil, de los ciudadanos; todos debemos ser parte de un esfuerzo nacional.

Con la Visión México 2030 y el desarrollo de la plataforma de indicadores, el CEEG realiza una aportación importante al debate público, sobre el posicionamiento futuro de Mexico en la Cuarta Revolución Industrial, sobre su capacidad de innovación tecnológica y sobre todo de generar oportunidades para los jóvenes, con empleos formales bien remunerados.

Propuestas para un México más sustentable

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Una de las megatendencias que predomina a nivel global tiene que ver con calentamiento global y el aprovechamiento inteligente de recursos. Hoy la humanidad se enfrenta al enorme reto de conciliar la preservación y cuidado del medio ambiente, con la productividad y competitividad de las economías. México se ha comprometido ante la comunidad internacional a establecer lineamientos y emprender acciones para reorientar el rumbo de los esfuerzos presentes y futuros en materia de desarrollo sostenible, incluyendo cambios en los modelos de producción y consumo, así como la promoción de estrategias económicas bajas en carbono. La construcción de un futuro sustentable es responsabilidad de todos. En la actualidad, el manejo adecuado de recursos y la protección al medio ambiente son elementos cruciales para la productividad y el desarrollo económico y social de las naciones y, por tanto, deben estar presentes en la toma de decisiones de individuos, empresas y gobiernos.

Como lo señalamos en la Visión México 2030 ante la Cuarta Revolución Industrial, el país debe aspirar a tener una política de uso, confinación y reciclaje de residuos para la sustentabilidad, y transitar hacia una economía circular. Este concepto se basa en cambiar nuestro modelo de producción para lograr que cada producto tenga múltiples ciclos de uso y de producción, es decir, que el fin de un producto alimente el comienzo de otro. La economía circular sugiere pasar de un sistema de producción lineal de “tomar, hacer y desechar” a uno circular de “reducir, reutilizar, y reciclar.”[1]  Al eliminar los residuos de la cadena industrial mediante la reutilización de los materiales, se generan importantes ahorros en costos de producción y una menor dependencia de recursos primarios.

Las empresas debemos tomar en cuenta estos factores en todos nuestros procesos y métodos de producción para que nuestras operaciones garanticen el cuidado y conservación del medio ambiente. Una propuesta para lograrlo es promover el desarrollo de un mercado de residuos post-industriales para atraer inversión y generar empleo. Por ejemplo, se podría fomentar la presencia de empresas de reciclaje en parques industriales.  Sin embargo, el mayor reto en el manejo adecuado de los residuos en México está en los flujos de residuos post-consumo (empaques, envases y embalajes) que tanto contaminan al país. Si bien se cuenta con una Ley Federal al respecto, así como con normas de manejo y disposición de los residuos, lo cierto es que hoy se vive un ecocidio en materia de basura que urge atender.

botellas
Imagen: Ecología Verde.

Es necesario, por lo tanto, establecer los incentivos correctos (tanto económicos como legales) para la adecuada separación de los empaques y embalajes en los hogares, en los lugares públicos (hospitales, escuelas, centros comerciales, comercios minoristas, PYMES, etc.) y para la compra-venta de residuos para reutilización y reciclaje.

Un desafío adicional en el contexto global se refiere a la creciente demanda alimentaria, y el Día Mundial de la Alimentación es una oportunidad para reflexionar sobre este tema. Se estima que para 2050 la población mundial será de diez mil millones de personas. Para alimentar a todo el mundo, vamos a tener que duplicar la producción de alimentos, y producir más en los próximos 40 años que en los últimos 6,000 años combinados.[2] Sin embargo, nuestro actual sistema de producción de alimentos no puede sostener este crecimiento. Esto es un reto de enormes proporciones, pero a la vez es una oportunidad para que México desarrolle el potencial exportador del sector agroalimentario. Para atenderlo, se debe pensar en soluciones innovadoras y fuera de la caja. Una opción en este sentido podría ser aprovechar la merma agrícola para utilizarla en los esfuerzos nacionales en el combate al hambre, pues actualmente un alto porcentaje de la cosecha agrícola se pierde en el país.

La inclusión social en México depende en gran medida de políticas públicas y de proyectos privados que generen empleos vinculados a soluciones innovadoras que atiendan los grandes desafíos actuales de la humanidad: cuidado del medio ambiente, calentamiento global, reducción de la merma alimenticia y la lucha contra el hambre.

Referencias:

[1] Gutiérrez,-Rubi, Antoni, Economía circular: repensando el modelo de empresa, Forbes, 28 de julio de 2015, http://www.forbes.com.mx/economia-circular-repensando-el-modelo-de-empresa/

[2] Simons, Lucas, Changing the Food Game: Market Transformation Strategies for Sustainable Agriculture, Greenleaf Publishing, 13 de noviembre, 2014.

México invitado del Foro de París sobre la Paz

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¿Qué haríamos si estuviera  a punto de terminar  la paz mundial? ¿Existe realmente este riesgo?

¿Por qué preocuparse si desde hace más de setenta años que terminó la Segunda Guerra Mundial, las instituciones multilaterales que han permitido a la humanidad preservarse de este peligro siguen de pie? ¿Los intereses económicos y las fuerzas del mercado no constituyen incentivos suficientes para protegernos de tal riesgo?

Son precisamente estas preguntas las que nos tenemos que plantear oportunamente. Seamos habitantes de un continente o de otro, viviendo en un régimen democrático o no, independientemente de nuestros orígenes, de nuestros principios, valores, religiones o nivel social, a todos nos toca reflexionar frente a lo que está pasando en la actualidad.

cien años
Conmemoración del centenario de la Primera Guerra Mundial, Campos Elíseos, París, Francia (Foto: http://colimamedios.com).

Desde hace varios meses se vienen acumulando riesgos de diversa índole alrededor del planeta: calentamiento global y desafío a nuestro entorno de vida, tentaciones proteccionistas, resurgimiento de sentimientos nacionalistas, fenómenos migratorios de gran amplitud, retos al multilateralismo, desafío al concepto democrático, incertidumbre ante la globalización… Sin olvidar las nuevas tecnologías que si bien pueden ser fuentes de un enorme progreso social y humano, no dejan de preocupar a millones de personas que temen por su empleo y su futuro.

La guerra comercial emprendida por Estados Unidos de América con China, el conflicto de Medio Oriente o las guerras civiles en varios países, son claras señales de tensiones bélicas que están poniendo a prueba las solidez de las instituciones multilaterales. Son la mezcla de todos estos factores que propiciaron los dos conflictos mundiales del siglo XX.

En la lógica de estas realidades y en el marco del centenario del Armisticio de la Primera Guerra Mundial, el presidente francés Emmanuel Macron ha tomado la iniciativa de invitar a líderes políticos de más de 84 países, intelectuales de todas las nacionalidades, empresas globales y locales, así como organizaciones de la sociedad civil y académicos, entre otros, al Foro de París sobre la Paz[i], a celebrarse en noviembre próximo.

Foro de París para la Paz 2018

Más allá de reflexionar sobre estos riesgos y las posibles maneras de contenerlos, este Foro busca fomentar proyectos ciudadanos sobre gobernanza mundial, desarrollo sostenible, lucha contra el calentamiento global, inclusión social y nuevas tecnologías. Se trata de una iniciativa enfocada a disminuir las tensiones internacionales y a promover la cooperación constructiva entre países.

Considerando su importancia en la economía mundial y su activa participación en los trabajos de la COP 21, México forma parte del comité organizador de este Foro en la persona de Edna Jaime, quien dirige la asociación civil México Evalúa[ii].

México evalúa
Edna Jaime (Foto: https://veritasonline.com.mx).

Ésta será una magnífica oportunidad para que México refuerce su imagen como país involucrado en la consolidación de las instituciones multilaterales y en la lucha contra el calentamiento global. Los empresarios, intelectuales, representantes de ONG´s, líderes sociales y/o religiosos pueden aportar su contribución a los trabajos de este Foro con proyectos vinculados a los temas siguientes:

  • Paz y seguridad.
  • Medio ambiente.
  • Desarrollo.
  • Nuevas tecnologías.
  • Economía Inclusiva.

México ha probado en varias ocasiones su capacidad de movilizarse en forma muy eficiente para grandes causas.

No se debe dejar pasar esta oportunidad para mostrar al mundo el talento y la creatividad de los mexicanos para aportar ideas y proyectos encaminados a enfrentar los grandes desafíos de la humanidad.

Referencias:

[i] https://parispeaceforum.org/

[ii] México Evalúa es un think tank enfocado a evaluar el ejercicio del gobierno en México, para facilitar la toma de decisiones para el diseño de políticas públicas.

Equidad de género y competitividad

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La equidad de género no es –ni debe de ser– sólo un tema que está de moda, ni de campañas electorales.

La equidad de género no se puede reducir tampoco a una aspiración para una sociedad más plural e incluyente, en la cual se busca que cada persona tenga los mismos derechos y obligaciones, independientemente de su sexo, origen social, cultura, religión o del color de su piel.

Una reflexión sobre la equidad de género desde una perspectiva filosófica, moral, política o de justicia social es siempre de gran interés. Sin embargo, carece de un aspecto estratégico para convertirse en un parteaguas para el desarrollo de muchos países y en particular de México: el económico.

Es factible enunciar lugares comunes argumentando, por ejemplo, que si la mitad de la humanidad se compone de hombres y la otra de mujeres, resulta un gran desperdicio el hecho de no aprovechar la mitad del talento humano en la economía del conocimiento, o que desde una perspectiva de mercadotecnia resulta un absurdo no considerar a la mitad del mercado en las estrategias de ventas.

Datos estadísticos de las consultorías más reconocidas mundialmente revelan que las empresas que incluyen a más mujeres en sus altos cargos ejecutivos y en sus consejos de administración, mejoran sustancialmente sus resultados en términos de productividad, innovación y rentabilidad.

mujeres en el mundo laboral

Entonces, ¿por qué si la incorporación de las mujeres en la economía tiene un alto valor para la competitividad de México, es hasta ahora que se está convirtiendo en un tema verdaderamente estratégico?

La razón es a fin de cuentas bastante sencilla: la única forma de mantener la dinámica competitiva generada por el bono demográfico que está agotándose, es buscar los mecanismos de inclusión de las mujeres en el mundo laboral.

Se estima que en México el 56% de las mujeres en edad de trabajar están fuera de la economía laboral. Esta cifra representa un potencial considerable de talento y de mano de obra.

Dado que las empresas globales siempre tienen dificultades para encontrar el talento capacitado que necesitan, tenemos aquí una propuesta interesante para mantener la competitividad de México frente a la economía digital, también llamada cuarta revolución industrial.

La pregunta de fondo es, ¿cómo acercar de forma eficiente y masiva al mundo de la economía laboral a tantas mujeres que por tradiciones culturales y sociales le dedican gran parte de su tiempo a sus hogares?

La tecnología de la información nos ofrece pistas para aportar respuestas concretas al desafío de entrenar a este talento y conectarlo con los empleos ofrecidos, considerando la distancia entre el lugar donde habitan y el lugar de producción. El desarrollo del trabajo a distancia, trabajo remoto o también llamado en algunos países teletrabajo,[1] es probablemente la respuesta masiva más adecuada.

En un futuro próximo, menos de 10 años, se estima que cerca de la mitad de los empleos en el mundo serán ejecutados fuera del lugar de producción o de las casas matrices de las empresas.

Ya existen plataformas digitales como Sheworks.com que permiten el acceso de miles de mujeres al mercado laboral, dándoles capacitación online y acercándolas a miles de oportunidades de trabajos en el mundo, con herramientas que permiten la rendición de cuentas en tiempo real.

Es de vital importancia que México emprenda una gran reflexión sobre el futuro del trabajo remoto que permitirá empoderar a millones de mujeres manteniéndolas o incorporándolas al mundo laboral.

En la Alianza del Pacifico, el gobierno de Colombia ha sido precursor en la materia con la publicación del “libro blanco del teletrabajo”,[2] que es un resumen de recomendaciones de políticas públicas para el desarrollo del trabajo remoto.

En el Consejo Ejecutivo de Empresas Globales, la equidad de género es de suma importancia. Así lo demuestra el hecho de que de los ocho vicepresidentes que conforman nuestro Comité Ejecutivo, tres son mujeres, y todas son CEO’s (o Directoras Generales) de grandes empresas en México. También contamos con un Comité de Equidad e Inclusión que promueve, entre otras cosas, el acceso de mujeres a la educación en materia de tecnología de la información y en carreras STEM (por sus siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).

Estoy convencido de que frente al agotamiento de su bono demográfico, es indispensable para México promover el empleo de las mujeres. Educación, capacitación, marco normativo para el teletrabajo y acceso universal a internet, serán ejes clave para lograr esta meta.

[1] La Organización Internacional de Trabajo -OIT- define teletrabajo como una forma de trabajo en la cual: a) el mismo se realiza en una ubicación alejada de una oficina central o instalaciones de producción, y, b) la nueva tecnología hace posible esta separación facilitando la comunicación.
[2] http://teletrabajo.gov.co/622/w3-channel.html

México como actor global en el sector aeroespacial

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En los últimos años México se ha consolidado como un actor global en el sector aeroespacial. Esta industria que genera más de 50,000 empleos en el país ha mostrado un nivel de crecimiento superior al 14 por ciento anual entre 2004 y 2017. El sector es un claro ejemplo del círculo virtuoso que se ha generado entre las empresas que invierten en México porque encuentran ventajas competitivas para hacer crecer su negocio. Ello se traduce en una importante derrama económica en las regiones donde operan, al traer tecnología de punta, brindar empleos de calidad al talento mexicano, capacitarlo y con ello empezar a formar clusters sectoriales que a su vez atraen a más empresas. México ha pasado del décimo al sexto lugar entre los países exportadores a la industria aeroespacial de Estados Unidos en menos de 10 años y se ha convertido en una plataforma de manufactura competitiva al ocupar el lugar 12 en el ranking global de la Industria.[1]

Más aún, el potencial de crecimiento del sector es realmente prometedor. El tamaño de la demanda de aviones de más de 100 asientos a nivel mundial para los próximos 20 años representa un mercado potencial equivalente a cinco veces el PIB mexicano en 2016. Durante ese periodo, la proveeduría para esta industria representará un mercado que supera tres veces el PIB mexicano de 2016. Si México ambicionara al menos el 10 por ciento de esta demanda de proveeduría, generaría más de 350 mil millones de dólares en exportaciones en las próximas dos décadas.

¿Cómo puede México capitalizar este potencial? Lo primero que necesita es definir un rumbo claro, con una estrategia hacia el futuro. México tiene que identificar su vocación en un área de expertise específica para ser reconocido a nivel mundial en la cadena de producción de los aviones. En una industria que representa intereses soberanos de varios países involucrados, México necesita más que nunca una verdadera reflexión estratégica para construir una política de Estado para este sector, involucrando a las autoridades federales y locales, a la industria y a la academia.

Actualmente, de las casi 400 empresas en el sector aeroespacial en el país, menos de 30 son mexicanas, lo que demuestra que hay un área de oportunidad para que las empresas mexicanas se inserten en las cadenas globales de valor. Como hemos señalado en el marco de nuestra participación en el Comité Nacional de Productividad, es crucial impulsar la participación de más PYMES mexicanas en este sector. En el Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG) estamos participando en un proyecto bajo el modelo de triple hélice, con la participación del INADEM, del CONACYT, del Gobierno Estatal de Baja California, de la Cámara de Comercio Franco Mexicana, y de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (FEMIA) con el objetivo de contribuir a la formación de ingenieros de diseño del sector. El proyecto consiste en construir centros de innovación y diseño en las entidades donde se concentra la industria. Con ello se busca generar ecosistemas de innovación que contribuyan a incrementar la productividad y la competitividad de las PYMES en el sector aeroespacial, atraer más actividades de ingeniería aeronáutica, incentivar el desarrollo de la cadena de proveeduría y aumentar el contenido nacional de la industria.

aeronautica mexico

Con el inicio de una nueva administración presidencial, se abre una oportunidad única para trazar el camino que el sector aeroespacial debe tomar en México, con un plan de ejecución claro y con metas ambiciosas. La planeación, las sinergias y la visión a largo plazo, serán los mejores aliados para potenciar el crecimiento de esta boyante industria.

Como lo hemos expresado en la Visión México 2030 2.0 del CEEG, México lo tiene todo para convertirse en el quinto exportador de la economía global en 2030 y para ello proponemos diversas medidas encaminadas a lograrlo. La modernización del Tratado de Libre Comercio con Europa y el CPTPP[2] representan, sin lugar a dudas, herramientas formidables para alcanzar esta meta y continuar escalando lugares en el ranking mundial de la industria aeroespacial.

[1] FEMIA, Tendencias y Perspectivas del Sector Aeroespacial en México, 16 de mayo de 2018.
[2]  Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (Comprehensive and Progressive Agreement for Trans-Pacific Partnership).

 

Hacia un México más global

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En un mundo donde la sobreinformación nos desinforma, es importante no perder de vista dos acontecimientos recientes que toman una relevancia muy especial sobre la política exterior de México.

Desde hace unos meses México se ve obligado a cuestionarse por primera vez en décadas, sobre los pilares de la estrategia que tiene que construir para diversificar sus relaciones multilaterales mientras que el proteccionismo de Estados Unidos de América representa serias amenazas sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte –TLCAN–.

Independientemente del rumbo de las negociaciones sobre el TLCAN, la relación bilateral con Estados Unidos seguirá por razones económicas, migratorias y geopolíticas, siendo el eje central de la política exterior mexicana.

TLCAN-acuerdos

Por esta precisa razón vale la pena tomar en cuenta el mensaje que pronunció recientemente el Presidente francés, Emmanuel Macron en el Congreso durante su visita a Washington, D.C.

Más allá de observar los calurosos y repetidos aplausos por parte tanto de los Parlamentarios Republicanos como de los Demócratas estadounidenses, el fondo de su discurso nos convoca a reflexionar sobre los puntos de coincidencias en los valores compartidos entre Francia y México. Fue sumamente refrescante escuchar a este líder mundial utilizar tantas referencias históricas, tantas convicciones y sobre todo con  planteamientos que no dejan de generar esperanza frente a la gran incertidumbre que nos plantean los retos del proteccionismo, del terrorismo, del calentamiento global y de la inteligencia artificial.

En efecto, el Presidente Macron ha enfatizado la necesidad de reforzar las instituciones multilaterales, de defender el libre comercio, de unir esfuerzos para preservar nuestro planeta, y de generar una reflexión global sobre los retos económicos, políticos y sociales de la tecnología digital. Estos conceptos son precisamente los que en repetidas ocasiones el gobierno mexicano ha reiterado como valores fundamentales de su política. En este contexto, no cabe duda que es pertinente preguntarse si no sería oportuno para México definir un plan de acción para que los vínculos con Francia puedan transitar de una relación de gran amistad hacia una relación de socios estratégicos.

De hecho Francia, al igual que otros países europeos como Alemania (quien recientemente honró a México como invitado especial de la feria de Hannover), ha sido un actor que se ha involucrado con toda su influencia para apoyar la modernización del Tratado entre México y la Unión Europea –TLCUEM– que se anunció en días pasados.

Este tratado es de suma importancia no sólo por los aspectos tan relevantes para promover el comercio con esta región del mundo que hoy resulta ser el segundo socio comercial de México, y porque los valores fundamentales que respalda Europa son los mismos que los de México, sino porque Europa firmó hace algunos meses un tratado similar con Canadá, lo que constituye un fuerte activo para México frente al comercio de América del Norte.

El reciente anuncio  de la firma de TPP11 es también una noticia importante  porque abre muchas oportunidades para la expansión del comercio de México con países de América Latina y de Asia donde los crecimientos económicos son de los más elevados.

En un mundo donde los retos globales como la economía, el libre comercio, la desigualdad, el calentamiento del planeta y el crimen organizado ya no se pueden resolver por ningún país en forma unilateral, será sumamente interesante escuchar la opinión de los candidatos a la Presidencia de la República Mexicana sobre estos temas en el segundo debate.

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