Comunicamos lo que sentimos, lo que somos y estamos viviendo en cada momento.
Xavier Guix (psicólogo y escritor español).
Cualquier tipo de negocio o empresa que trasciende, se encarga de dominar el mercado gracias al esfuerzo conjunto del corporativo y sus colaboradores. Para que esto ocurra, son necesarias herramientas, aptitudes y actitudes que fortalezcan relaciones y operaciones en conjunto; entre las que destacamos la Comunicación Asertiva.
Por ejemplo, tenemos un negocio con 100 o más puntos de distribución en donde trabajan en promedio tres o cuatro personas por unidad. Imagina que les tienes que explicar una nueva regla a todos. El resultado es abrumador cuando se trata de comunicar, porque “lo que decimos”, “lo que hacemos” y “lo que entendemos” suele ser muy diferente. Necesitamos estrategias que nos ayuden asertivamente a comunicarnos. No se trata de jugar al teléfono descompuesto o entrar en un radio pasillo. Tenemos que encontrar de manera asertiva el mejor medio para comunicarnos.
Justo ése es el tema: ¿cómo les decimos? y, aún más importante, ¿cómo lo van a tomar?
Supongamos que El Mensaje es informar sobre una posible emergencia sanitaria, la cual tiene que ser comunicada a todo el personal de unidades. ¿Cómo lo comunicarías?
Empecemos por entender y empatizar. La comunicación asertiva requiere de tranquilidad y paciencia. En todo momento la #Empatía debe ser parte de nuestra actitud hacia lo que nos comunican. De la misma manera, hay que hablar de manera clara, concisa y precisa, sin dejar a la imaginación ningún punto de interés significativo. La asertividad requiere precisamente de conjuntar nuestras ideas con el lenguaje y el pensamiento acorde a la persona que va a recibir las noticias, o con quien vamos a tratar temas de interés general. En la comunicación asertiva, no hay medias tintas, ni dobles lenguajes. Lo que es, es. Por ello, es necesario tomar en cuenta los siguientes puntos para llegar a comunicar de manera asertiva cualquier tema, no sólo en la empresa, sino en la vida diaria:
De manera presencial:
- Mira a tu interlocutor, de esta manera se siente en confianza y en cercanía.
- Tu postura corporal debe ser abierta, ya que se nota cuando no estás a gusto con lo que dices (o no dices).
- Controla tus gestos y úsalos para dar énfasis en los mensajes que quieres reforzar.
- Mantén un buen nivel de voz y aprende a modularla para dar mayor entonación a las ideas que desees reforzar.
- Habla poco, pero sé contundente con tus mensajes. Si tus participaciones tienen que ser cortas, trata de que sean significativas.
Vía correo electrónico:
- Analiza el objetivo de tu correo electrónico, solicita lo que necesitas de manera clara, concisa y precisa.
- No supongas nada. No podemos leer la mente de nadie (aún).
- Especifica el plazo de tu requerimiento.
- Asegúrate que la persona a quien le envías el mail sea la indicada para cubrir tus necesidades.
- Sé específico en cuanto a los detalles trascendentales. No seas tan rígido para no aceptar el apoyo, por el hecho de que no lo hicieron como tú lo pediste.
- Asegúrate que el receptor del mensaje lo leyó, nunca des por hecho que lo hizo.
El ser asertivo en cualquier negocio, nos evita malos entendidos, problemas gratis y diferencias. Por ello, todo depende de lo que digas y sobre todo… de cómo lo digas.