Visión Integral

Las escuelas de medicina en México

Lectura: 5 minutos

En una reciente entrevista,1 el Doctor José Ángel Córdova Villalobos realizó comentarios con la autoridad que le brinda el conocimiento y la experiencia al haber sido Director de una destacada Escuela de Medicina y Secretario de Salud y de Educación Pública, además de que actualmente es Vocal del Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica (COMAEM), lo que demuestra que conserva su largo interés por la formación de los médicos y vierte opiniones muy valiosos. Sin embargo, me parece a mí que resulta superficial e incompleta, porque si bien el surgimiento de nuevas escuelas sin las posibilidades de dar una formación adecuada es un problema, también hay escuelas, algunas antiguas y otras muy antiguas que no ofrecen buenos resultados. Pero, además existe un problema estructural que no se toca en la entrevista y que es fundamental para la discusión del tema.

El tema estructural al que me refiero es el número y tipo de médicos que requiere el país frente a las posibilidades que tienen los médicos formados para desarrollarse exitosamente en el ejercicio de las tareas para las que fueron entrenados. En México, el número de médicos por 1,000 habitantes está por debajo de los indicadores internacionales, éste es de 1.9; en la Comunidad Económica Europea, España, Francia y Alemania tienen las mismas cifras, 3.5 médicos por 1,000 habitantes; en Estados Unidos es de 3.1 y en Cuba de 6.6. Pero las cifras crudas no muestran el verdadero fondo del problema. En México, al igual que en muchos otros países, la licenciatura en medicina se ha ido convirtiendo en un grado propedéutico indispensable para iniciar la formación en la carrera de las diferentes especialidades médicas. Las opciones de un médico general para ejercer son muy escasas, el sistema público no torga la posibilidad para hacerlo. El IMSS no contrata médicos generales, excepcionalmente lo hace para ocupar sitios vacantes de médico familiar, con un salario menor y condiciones laborales diferentes, tiene un programa para que los pocos contratados se conviertan en médicos familiares; el ISSSTE no contrata médicos generales y tampoco los programas de la Secretaría de Salud. En el sector privado tienen algunas posibilidades para ejercer, muchas de ellas en condiciones de subempleo. Personalmente pienso que la participación del médico general podría resultar fundamental para cubrir el primer nivel de atención, con una formación adecuada y un entrenamiento preciso se podrían obtener resultados en problemas trascendentales de salud.6, 7

Tomando en cuenta algunas de las situaciones anteriores, los egresados de la carrera de Médico Cirujano de las diferentes escuelas de medicina aspiran a ingresar a los cursos de especialización; quienes lo consiguen ingresan a una etapa diferente en la que se avizoran las posibilidades de ingresar al sistema de salud público o privado o a ambos, y aspirar a una vida profesional exitosa y suficiente para conseguir un nivel de vida personal digno.

La Comisión para la Formación de Recursos Humanos para la Salud (CIFRHS) fue creada en 1983,8 con objetivos muy ambiciosos que incluían diversos aspectos de la formación de los recursos humanos de acuerdo al sistema de salud mexicano, relacionados a sus necesidades y desarrollo futuro; no todos han podido conseguirse, pero sí se estableció un orden muy confiable en la selección de los médicos que pretenden ingresar en las carreras de las especialidades médicas. Para ello instituyó el Examen Nacional de Aspirantes a las Residencias Médicas (ENARM), mediante el cual se realiza una selección de los aspirantes a través de un examen fundamentalmente de conocimientos. Los mejores calificados son aceptados y de acuerdo al lugar que ocupan pueden ir seleccionando las sedes donde pueden ser aceptados; los aspirantes seleccionan la especialidad que quieren realizar, compiten, y son clasificados de acuerdo a esta preferencia.

El problema radica en que el número que es seleccionado es muy inferior al número que lo sustenta. Entre 2001 y 2016 lo presentaron 382,186 aspirantes y fueron seleccionados 94,366, esto es, 24.9%; entre los aspirantes, 31,5073 provenían de escuelas públicas y 67,113 de escuelas privadas, con 78,465 para las escuelas privadas, y de las escuelas públicas fueron aceptados 78,465 y de las privadas 15,901, con un porcentaje de aceptación de 24.9% para las públicas y 23.6% para las privadas.9 Los porcentajes de aceptación variaron considerablemente entre las diferentes escuelas. Desde escuelas que consiguen que sólo 11% de sus egresados ingresen a los cursos de especialización, hasta una que logra que lo haga 69%. Entre las 10 escuelas que obtuvieron mejores resultados están colocadas siete públicas y tres privadas, y de las que obtuvieron resultados menos exitosos están quince privadas y tres públicas. Durante el periodo que comentó el ENARM, lo presentaron sustentantes provenientes de 113 escuelas o facultades; la CIFRHS al aceptar que los alumnos presenten el examen avala a la escuela de donde provienen. La diferencia con el número que menciona el Dr. Córdova puede estar dado porque algunas escuelas aún no tienen egresados, o bien, no cuentan con el aval de la CIFRHS.

Lo verdaderamente grave es que, en este periodo, 75% de los egresados de la carrera de Médico Cirujano no han podido incorporarse al sistema de salud, cuando menos de manera formal. El compromiso de las universidades y, por ende, de las escuelas y facultades de medicina es dual. Por un lado, tienen la obligación de brindar a la sociedad los recursos humanos de la mejor calidad posible, pero, por otro lado, también tienen el compromiso de otorgar a sus egresados la posibilidad de ejercer las capacidades para las que fueron formados de una manera digna. El caso es que existe un gran número de egresados sin posibilidades de ejercer a pesar de tener un título y un registro en la Dirección General de Profesiones.

El número de plazas para formarse como especialista se ha ido incrementando año con año. La necesidad de médicos especialistas no está aún satisfecha y el déficit probablemente crecerá con el tiempo, pero el número de sedes no ha podido incrementarse más, fundamentalmente por dos razones: una financiera y la otra más difícil de resolver, la falta de nuevas instalaciones plenamente capacitadas para funcionar como sedes formadoras.10

Por lo anterior, me parece que las soluciones son muy complejas y requieren de una política de Estado que analice el número y las características del personal médico que se necesita, los sitios donde debe formarse, e incorporar o no al médico general en el sistema, de no hacerlo debería considerar a la licenciatura como puramente propedéutica. En tanto esto no suceda seguirán proliferando escuelas que brinden a los estudiantes expectativas falsas o reales pero aún en este caso muy difíciles de alcanzar.11

 

Lecturas recomendadas

  1. “Proliferan escuelas de medicina fraudulentas”. El Universal. México. 13 de junio 2017.
  2. “Salud en las Américas. Panorama regional y perfiles por país”. Edición 2012. OPS. OMS, 2012-141.
  3. “Salud en las Américas. Panorama regional y perfiles por país”. Edición 2012. OPS. OMS, 2012-117.
  4. http://www.indexmundi.com/es/espana/densidad_de_medicos.html
  5. http://www.indexmundi.com/g/r.aspx?c=sp&v=2226&l=es
  6. Lifshitz, A. “La vocación del médico general”. Gac Med Mex, 2004;140, Supl 1: S21-S22.
  7. Ramiro, M. “Los recursos humanos para la salud”. Med Int Mex, 2014; 30:233.
  8. http://www.cifrhs.salud.gob.mx/site1/cifrhs/docs/E34_marcolegal_normatividad_acuerdode_creacion.pdf
  9. Ramiro M., Cruz E., Zerón-Gutiérrez L., Arévalo-Vargas. “El ENARM y las escuelas y facultades de medicina. Un análisis que no le va a gustar a nadie”. Rev Med Inst Mex Seguro Soc 2017; 55 (4): 498-511.
  10. Echevarría-Zuno S., Lifshitz A., Casares-Queralt S., Arévalo A.. “La formación de médicos especialistas, un reto a corto plazo. La solución una Política de Estado”. En: Echevarría-Zuno S., Lifshitz A., Casares-Queralt S., Arévalo A. (eds.) La Educación en Salud en el IMSS. Instituto Mexicano del Seguro Social. México, 2012: 45-62.
  11. Arévalo A., Ramiro M., Dávila J. “Suficiencia, oportunidad y calidad, los desafíos al planificar la formación de médicos especialistas”. En: Echevarría-Zuno S., Lifshitz A., Casares-Queralt S., Arévalo A. (eds.) La Educación en Salud en el IMSS. Instituto Mexicano del Seguro Social. México, 2012: 27-44.

Intrahistoria Microhistoria

Lectura: 2 minutos

Durante muchos meses traté de conseguir el libro Patria de Fernando Aramburu, muchas de las crónicas que aparecían en diversos suplementos literarios eran muy halagadoras y estimulantes, el libro apareció en septiembre de 2016 y yo lo pude leer hasta enero de este año; cuando un queridísimo amigo me lo trajo de Barcelona, era la 10ª edición, ahora cursa la 15ª edición, habiéndose publicado ya varios cientos de miles de ejemplares. Aramburu es un escritor español, vasco, avecindado en Alemania desde hace ya varios años, no sabemos bien si por razones puramente profesionales o como parte de un retiro, de un exilio que le permite observar más claramente los sucesos, ha escrito ya varias obras con temas similares.

Patria es una obra extraordinaria que relata y analiza un episodio de ETA, la banda terrorista, española, vasca, que lleva muchos años asolando a la sociedad española y que en los últimos meses ha prometido desarmarse y desintegrarse. El periodo relatado corresponde a una época de plena actividad de ETA; narra de manera magistral la vida en un pueblo de la provincia vasca y cómo se encuentra dividido entre ambos bandos, todo en un espacio tan pequeño, tan íntimo, tan estrecho que se encuentra plenamente interrelacionado. Como el dolor, los daños suceden en todos; con diferente magnitud y diferentes características, pero todos los miembros de la sociedad resultan afectados casi siempre de manera irremisible.

La obra tiene dos características plenas: una es que se encuentra escrita de manera extraordinaria, exquisita, consiguiendo que el lector se devore el libro hasta terminarlo, y dos, logra a través de la realidad y seguramente la ficción un gran ejemplo de microhistoria o de intrahistoria. Coadyuvando al conocimiento de un fenómeno tan complejo como el de ETA, analizando de manera estricta a los personajes de víctimas y victimarios. Fina diferencia entre un relato buscando malos y buenos, culpables e inocentes, víctimas y terroristas, y un análisis de las situaciones y personajes que consigue una obra extraordinaria, sin estridencias ni más violencia que la que propiamente existe en las situaciones examinadas.

A mí la diferencia entre infrahistoria y microhistoria no me queda muy clara ‒no soy para nada un experto ni siquiera un estudioso‒, pareciendo que se refiere a que la primera analiza a los personajes actores menores de la historia, y la segunda hechos menores de la propia historia, y en ambos casos de los que poco se ocupan los tratados de historia. Aramburu en Patria consigue eso de manera eficaz, clara y brillante.

Al leerlo me acordé de un libro leído hace años De los Altos de Guillermo Chao Ebergenyi (1991), en el que, cuando menos a mí me lo parece, hace un análisis extraordinario de los participantes de la Cristiada y su entorno, consiguiendo también un estudio intra o microhistórico, o ambos de un episodio del final de la Revolución mexicana, muy poco conocido, cuyas repercusiones no conocemos, y que aunque existen verdaderos tratados como el de Jean Meyer, poco trascienden para el conocimiento general. Desafortunadamente la obra de Guilermo Chao tuvo mala crítica y sólo alcanzó una edición y ahora no se consigue. Chao tiene varias otras obras que vale la pena leer, la más reciente, La Maleta Mexicana (2015), creo que es mejor relato de este episodio de las fotos sobre la Guerra Civil Española de Capa y que después de un largo periplo vinieron a terminar en México.

Patria generó al principio críticas negativas pero pronto fueron acalladas por el éxito que rápidamente tuvo por parte del público.

La Cultura en la Política. La Política de la Cultura

Lectura: 4 minutos

Estamos ante la posibilidad de observar un experimento sociológico muy interesante y particular. Con diferencia de unos cuantos días han sido electos como presidentes de dos países occidentales muy poderosos dos personajes muy singulares con algunas similitudes y grandes diferencias. Podríamos decir que los sujetos del estudio social fueron seleccionados al azar aunque en su selección hayan participado muchos millones de electores, quiero decir que el resultado, dos personajes con algunas coincidencias pero tantas discrepancias resultó azarosa.

La elección de Trump en Estados Unidos y Macron en Francia sucedió con sólo unos meses de diferencia. Las similitudes a las que me refería antes consisten en que al inicio de las campañas electorales nadie apostaba que ninguno de los podría resultar ganador, los dos provienen de un actitud anti establishment. Aunque en Estados Unidos perduró el bipartidismo, nadie pensaba que Trump fuera el candidato Republicano y lo consiguió a pesar de la oposición de muchos Republicanos y después venció a la candidata Demócrata de manera inesperada, es bueno decir que el ahora Presidente Trump ha pasado de ser Demócrata a ser Republicano en varias ocasiones. Macron aunque estuvo un breve tiempo en el Ministerio de Economía del Presidente Hollande, renunció haciéndolo también al partido socialista y compitió en las elecciones con un nuevo partido alineado en una actitud política de centro es decir de Liberalismo Progresista y de esa manera compitió y gano, más sorpresivamente en la primera vuelta que en la segunda, dejando fuera a los partidos políticos que tradicionalmente habían competido en las elecciones de Quinta República Francesa. La coincidencia se establece en haber ganado sin haber partido como favoritos y con singularidades partidistas que fueron poco comunes. Otro punto de coincidencia es que ambos, aunque uno de manera más clara que el otro, son hombres ricos por sus actividades previas. Macron que proviene de una familia con posibilidades, durante su actuar como gestor financiero hizo una fortuna; Trump ha sido un empresario con actividades muy diversas pero que ha acumulado una gran fortuna.

Me parece que de ahí son todo diferencias. Macron fue un alumno destacado que tiene la licenciatura en Filosofía y que después estudió en la Escuela Nacional de Administración, cuna de grandes empresarios y políticos franceses, durante muchos años y de manera muy formal fue un estudiante destacado de música, es además un gran lector aunque no hace mucha ostentación de ello, sin embargo, con frecuencia sustenta algunas de sus acciones en corrientes filosóficas, mostrando su dominio. De la preparación de Trump poco se ha dicho oficialmente, se sabe que acabo el College en la Wharton  School de la Universidad de Pensilvania. Lo que sí se sabe, porque él lo ha comentado, es que sólo ha leído dos libros en su vida, ambos de autoayuda y que criticado y se ha opuesto a diversas manifestaciones artísticas empezando por algunas cinematográficas y otras de la pintura y la escultura. Macron va cumplir 40 años y Trump tiene 70, una diferencia más.

Trump ha tenido enormes dificultades para conformar su gabinete tanto el muy cercano como el que no lo es tanto, con sonoras dimisiones y destituciones en cargos claves. Macron en unos días formó un gabinete plenamente aceptado; con integrantes de muy diversas tendencias políticas empezando por su Primer Ministro; varios de sus otros ministros no tienen antecedentes políticos ni gubernamentales.

Macron nombró como Ministro de Cultura a una mujer muy particular, a Françoise Nyssen, quien es bióloga molecular de formación, lectora asidua y formal de toda la vida, al terminar su preparación su padre la llamó a Arles para hacerse cargo de una editorial que había fundado unos años antes; ha hecho una destacada labor como editora independiente, contando actualmente con catálogo de 10,000, libros consiguiendo salud económica, éxito en la publicación, dando trabajo a 300 persona y además ha creado un centro cultural que mantiene una actividad muy diversa en la que destaca la música que es otro de sus motivos de interés. Además con el pedagogo Edgar Morin, ha formado un sistema escolar alternativo basado en la libertad sin exámenes fundamentado en las lenguas, la naturaleza y el arte. Por lo pronto ha echado en marcha un programa de ampliación de los horarios en bibliotecas y museos para los jóvenes, énfasis en la educación cultural y artística y un bono de 500 euros para los menores de 18 años para gastos culturales.

En Estados Unidos la política cultural no se maneja a través de un ministerio se hace a través de un organismo no gubernamental la National Endowment for the Arts, maneja muchos millones de dólares y los resultados visto hacía atrás son muy buenos, los museos, las bibliotecas, las orquestas están entre las mejores del mundo, podría criticarse la difusión cultural. El dinero proviene de fondos presupuestales pero fundamentalmente de donaciones altruistas, las condiciones fiscales favorecen esto enormemente. La organización funciona con un grupo de expertos profesionales, pero el Presidente nombra al Director sin necesidad de ratificación por el Congreso. Trump intento nombrar a Sylvester Stallone, sin embargo, Stallone no aceptó la designación.

Estamos ante un Presidente que piensa que la cultura es útil, que promueve una mejor calidad de vida y que las sociedades cultas alcanzan mayores éxitos y uno que no a precia los bienes culturales.

El periodo gubernamental de Trump será de cuatro años y se puede extender a ocho, en el caso de Macron inicialmente serán cinco aunque se pueden extender a diez. Después de este tiempo podremos observar si un Presidente culto obtiene mejores resultados en lo político, en lo económico en lo social y en sus relaciones con otros países y si para gestionar políticamente la cultura es necesario creer en ella. Lo más malo que nos puede pasar es que esto no influyera.

Referencias

http://www.huffingtonpost.com.mx/2016/12/16/sylvester-stallone-de-actor-a-posible-secretario-de-trump/

Alex Vicente. Una ministra con buena letra. Ideas. El País. 28 mayo 2017.

 

Intelectuales

Lectura: 3 minutos

Para los fines de esta nota no me sirve la definición de “intelectual” que el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua tiene, ya que es insuficiente porque sólo se refiere a lo que es perteneciente o relativo al entendimiento, o que es espiritual o incorporal, o dedicado al cultivo de las ciencias y las letras.

Me es insuficiente por varias razones, una de ellas es que ¿acaso los músicos, los pintores, los arquitectos, no son intelectuales? Los que se dedican a las religiones ¿son necesariamente intelectuales? Me referiré al concepto de intelectual que surge en Francia a finales del siglo XIX alrededor del caso Dreyfus, cuando el militar francés de origen judío es condenado por traición y enviado a prisión perpetua, un grupo de escritores entablan una lucha, no armada, para defender una causa evidentemente sesgada y juzgada de manera inadecuada; a ese primer grupo se le llamó por primera vez intelectuales.2

No siempre ha tenido una acepción positiva. Al inicio de la gran guerra en 1914, un grupo de intelectuales promovieron, favorecieron, apoyaron el inicio de la acción bélica alemana; puede que consideremos que hubieran estado equivocados, sin embargo, lo hicieron vertiendo su opinión desde el punto de vista intelectual. Santos Julia,3 destacado historiador español, quien me parece que además es un intelectual, hace una reflexión muy interesante al respecto. Considerando que el intelectual es: el que se dedica al estudio y la reflexión crítica sobre la realidad, y comunica sus ideas con la pretensión de influir en ella, alcanzando cierto estatus de autoridad ante la opinión pública.

En un concepto que desarrolla Javier Cercas en un libro reciente,4 agrega el compromiso que desarrolla para mostrar sus ideas y modificar una realidad que le parece inadecuada, injusta; añade que en general no es un profesional del análisis político, sino que su prestigio y su actividad profesional se desarrolla y se ha desarrollado en otras áreas de la intelectualidad. Sartre pensaba que intelectual es el que se mete donde no le importa.5 Edward Said, a quien nos referiremos a continuación, refiere que el real o “verdadero” intelectual es siempre un intruso (outsider) que vive en un exilio autoimpuesto en los márgenes de la sociedad.

Me parece a mí que en la actualidad existen ejemplos claros de intelectuales. Daniel Barenboim ‒un muy destacado músico argentino de origen judío y que actualmente tiene además la nacionalidad española y palestina, tiene o tenía la nacionalidad israelí‒, junto con Edwuard Said ‒filósofo, escritor palestino ya fallecido‒, decidieron expresar su desacuerdo e inconformidad creando una orquesta formada por músicos palestinos e israelíes (judíos) con sede en Sevilla, quizá por el significado del “Al Ándalus”. Cada año hacen una gira internacional, al cabo de la cual muchos vuelan a otras orquestas, para conformar un nuevo grupo, de iguales características, al año siguiente.

Otro ejemplo claro de intelectual es Mario Vargas Llosa, quien con mucha frecuencia, en ocasiones cada semana, vierte su opinión en periódicos y no sólo sobre el Perú, ni siquiera entorno a sólo problemas latinoamericanos, sino sobre temas muy diversos.

Los dos ejemplos son de compromiso, de crítica de la realidad, de que su prestigio ha sido adquirido en otras áreas, ambos en la ficción; no hay nada más subjetivo que la música y hacen una especie de oxímoron entre la realidad y la ficción.

En México hemos tenido grandes ejemplos de intelectuales comprometidos: Octavio Paz y Carlos Fuentes; son dos muy brillantes. En la actualidad tenemos varios intelectuales con características plenas en el concepto que intento desarrollar. Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín son muestra de ello, historiadores, ensayistas, escritores de ficción y editores; con mayor o menor frecuencia viajan a la realidad más desnuda y la analizan, critican y proponen posibilidades de solución.

Es cierto que en ocasiones los intelectuales han sido criticados o han servido a intereses no tan socialmente comprometidos. Jorge Semprún hace un análisis acerca de esto en varias de sus obras.7

Muchas son las opiniones acerca de que en la actualidad vivimos en nuestro país una crisis de muy diversas aristas, económica, social, de seguridad muy probablemente política; una de las soluciones podría ser que surgiera un mayor número de intelectuales, que físicos, químicos, arquitectos, abogados, economistas, médicos, escritores, músicos, pintores, entre otros, bajen a la realidad y con el prestigio y conocimiento adquiridos en su actividad profesional la analicen y propongan soluciones que seguramente resultarán muy diversas pero de la participación diversa pueden surgir soluciones.

 

Referencias

  1. http://dle.rae.es/?id=Lqb2TD7
  2. https://www.definicionabc.com/general/intelectual.php
  3. http://internacional.elpais.com/internacional/2014/06/13/actualidad/1402683241_683178.html
  4. Javier Cercas, El punto ciego. Las conferencias Weidenfeld 2015, Penguin Random House: México, 2016.
  5. Annie Cohen-Solal, Sartre: A life, Gallimard: París, 1989.
  6. Jennings, Jeremy y Kemp-Welch, Anthony, (ed), Intellectuals in Politics: From the Dreyfus Affair to Salman Rushdie, Routledge: Londres, 1997.
  7. Jorge Semprún, Autobiografía de Federico Sánchez, Planeta: Barcelona, 1977.

¿Huachicoleros o ladrones de combustible?

Lectura: 4 minutos

Comento con ustedes que yo conocí muy bien Tepeaca cuando hice mi servicio social, hace ya mucho tiempo (en 1969) estuve viviendo todo un año y llegué a convivir ampliamente, si no con todos, con muchos de los sectores de su población. Durante mi estancia tuve una de las mayores y experiencias profesionales, también sociales, que me ayudaron a irme forjando como médico.

Ahora Tepeaca está enclavada en lo que han dado por llamar el triángulo rojo del robo de combustibles en el estado de Puebla. Tepeaca fue una de las primeras poblaciones fundadas tierra adentro por los conquistadores, en donde al parecer existía un pueblo indígena con relevancia social y económica. Se llamó Segura de la Frontera porque en ella hacían relevo o descanso los bienes y valores antes de llegar a Veracruz y ser finalmente enviados a España. Cuando yo vivía ahí todavía quedaban vestigios de la colecturía, un edificio donde se resguardaban lo que finalmente iba a ser transportado como las capitales del reino español. El primer reloj público de la Nueva España fue instalado en la plaza de Tepeaca; quedaban vestigios de imponentes conventos, y en ese entonces se hacían campañas para restaurarlos (espero que lo hayan conseguido).

A pesar de la cercanía con Puebla, sólo un poco más de 30 km, la vida era absolutamente de ambiente rural, muy pocos eran los que iban y venían todos los días a la capital del estado; los pobladores vivían de la agricultura, principalmente maíz y frijol, aunque en poblaciones muy cercanas se cultivaban flores y hortalizas por la existencia de manantiales propios; también se explotaba el ónix, las montañas que rodean a la población están formadas por esta piedra, tuve la suerte de participar en la instalación de la primera cortadora de ónix lo que extendió su utilización. Una de las principales actividades, quizá la principal actividad era la comercial, el mercado de los viernes era un fenómeno muy poderoso, económica y socialmente, constituía un fenómeno visual y sonoro muy particular, a la gran plaza de la ciudad acudían comerciantes de poblaciones varias, algunas cercanas y otras no tanto con resultados muy buenos, al parecer este mercado se llevaba a cabo en este lugar desde épocas precolombinas, todos los viernes y sólo los viernes.

Un tiempo después se construyó a las afueras una especie de Central de Abastos, no conozco los resultados económicos, pero desde luego sí que perdió su encanto visual y sonoro, creando además una zona de pobreza social y económica alrededor de las nuevas instalaciones; es cierto que todo el desarrollo urbano de Tepeaca no ha sido un éxito. Puedo decirles que era una población sin violencia, la iglesia, el hospital y la cárcel compartían un mismo edificio subdividido.

Yo en mi papel de pasante en servicio social fungía en ocasiones como auxiliar del Ministerio Público y no me tocó nunca un hecho de particular violencia. A muchas de las poblaciones cercanas las visité con ocasión de campañas de vacunación o la visita a pacientes que, por cierto, realizaba a cualquier hora del día o la noche, aunque siempre me acompañaba el mismo taxista y no tuve ningún incidente. Las poblaciones estaban más aisladas porque las unía sólo la carretera federal, la autopista no tenía acceso ni siquiera a Tehuacán, lo cual seguramente hacía que se conservara un ambiente más bien rural.

Ahora todas estas poblaciones son un centro violencia inaudita por el robo de combustible, en estos fenómenos no sabemos bien cómo empiezan, pero en este momento constituyen un factor de gran descomposición social, no sólo entre los que practican el robo sino seguramente entre todos los habitantes. Los datos actuales hacen ver que las cantidades de combustible robado se han multiplicado muchas veces a los largo de estos diez o quince años.

¿Qué será más grave robar, energía eléctrica o robar gasolina o diésel? ¿Los montos de lo robado serán muy diferentes? Creo que es igualmente grave robar la energía, ya sea ésta eléctrica o como derivada de los hidrocarburos, y el monto de las pérdidas para la Comisión Federal de Electricidad y para Petróleos Mexicanos debe ser muy similar. Es más difícil y aparatoso robar hidrocarburos, y probablemente más peligroso para el ratero y sus vecinos robar gasolinas. Pero es lo mismo robar energía. El fenómeno lo describe muy bien Héctor Aguilar Camín en sus artículos de la pasada semana.1

De corresponsabilidades, complicidades y beneficios mutuos cuando se roba gasolina también se repite en la electricidad, aunque ahora nos toca estar asustados y sorprendidos por la gasolina. Creo que todos estamos en un círculo, claro que, con mayor o menor participación, más o menos intenso en las irregularidades que suceden a nuestro alrededor, pero que cuando crecen nos sorprenden y atemorizan.

Oigo todos los días el mismo noticiero y hace unos días el conductor entrevistaba a un directivo de una organización empresarial, quien se quejaba intensa y amargamente sobre la inseguridad, atribuyendo toda la responsabilidad a las autoridades. Sorpresivamente el director del noticiero que hacía la entrevista, hizo notar la posible responsabilidad de la sociedad; el entrevistado no lo aceptó en absoluto, entonces le preguntaron: ¿cuántos de sus asociados tienen registrados sus autos de lujo en Morelos para no pagar tenencia? La entrevista decayó y terminó bruscamente.

Una de las maneras de complicidad que todos tenemos es no llamar a las cosas por su nombre; llamamos eufemísticamente2 “huachicoleros” a los ladrones de combustibles, “diablitos” a los puentes para robar energía eléctrica y “diableros” a los que los colocan, “comerciantes ambulantes” a los que colocan puestos fijos en la vía pública y ahí se roban la luz, el agua, el drenaje, y no pagan impuestos, aunque paguen cuotas delegacionales y a veces derecho de piso, que es otra forma de observar la interrelación de las anormalidades o delitos.

Los eufemismos2 están hechos como manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante. Todos al llamar “franeleros” a los que usurpan el espacio público para estacionamiento y cobran por él, suavizamos la gravedad del hecho; lo grave es que lo único que se nos ocurre es o poner parquímetros (no estoy en contra de ellos) o darles una credencial de identificación a los delincuentes en un afán porque no crezcan más. Lo mismo sucede con los taxis piratas a los que a través de artimañas se les permite funcionar, y lo más grave que ante la posibilidad incremento de permisos, estos irregulares tienen prioridad para obtenerlos, como si haber estado fuera de la ley o cuando menos de las reglas fuera meritorio y hubiera que premiarlo.

Los eufemismos son bonitos pero en los casos que nos ocupan no hacen sino enmascarar el problema. Estos graves problemas sólo los podremos enfrentar analizándolos bien, crudamente y no aceptándolos a nuestro alrededor. Requerimos de una reflexión social común en la que nos propongamos todos no aceptar delitos, irregularidades ni faltas. Sólo desde ahí puede venir el cambio.

  1. http://www.milenio.com/firmas/hector_aguilar_camin_dia-con-dia/secretos-huachicol-piperos-tapineros-refinerias_18_957084306.html
  2. http://dle.rae.es/?id=H5kEJUG

¿Y la homeopatía sirve?

Lectura: 3 minutos

Recientemente en el Senado se promovió un proyecto de decreto para modificar algunos artículos de la Ley General de Salud.1 En resumen, el proyecto lo que propone es que la prescripción de medicamentos controlados sea hecha sólo por médicos, pues parece ser que había alguna confusión debido a que existen algunos profesionales con título de homeópata sin ser médicos.

Es cierto que el proyecto tiene varias particularidades, las primeras en promoverlo sólo son mujeres Senadoras del PRI y del Partido Verde Ecologista, lo cual le da una fuerza particular. También es cierto que en la exposición de motivos no se hace ningún sustento sobre el éxito o los éxitos de la homeopatía como recurso terapéutico; toda la exposición de motivos se basa en dos aspectos, uno histórico, en los que se refiere cómo desde el presidente Juárez hasta el presidente Cárdenas se ha defendido, autorizado y legalizado el ejercicio de la homeopatía, destacando que surge alrededor de la medicina. Su otro apoyo es un estudio realizado en 1982 por las Instituciones de Salud,2 en el que se avala a la disciplina homeopática y promueve su difusión, a pesar de que no existe en este documento ninguna evaluación de la eficiencia terapéutica, aunque siempre se destaca su inocuidad.

Debe hacerse notar que México es uno de los pocos países en que la homeopatía está consentida y en el que no sólo está autorizado su ejercicio, sino que además se pueden hacer estudios para formarse como homeópata e incluso obtener estudios de posgrado al respecto. Existen dos escuelas para formarse como médico homeópata, una pública y una privada, ambas con reconocimientos suficientes como para ser reconocidas por la Comisión Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos para la Salud (CIFRHS).3

La escuela pública forma parte del Instituto Politécnico Nacional (IPN),4 la privada funciona de manera independiente;5 cuando uno revisa las currícula de ambas escuelas se percata que son muy parecidas a las de cualquier otra escuela de medicina, con algunos pequeños toques sobre la terapéutica homeopática. La confusión que trata de remediar el proyecto de ley es que existen algunas escuelas que forman licenciados en Homeopatía sin ser Médicos,6,7,8 y cuyo currículum incide fundamentalmente en la terapéutica fundada por Hahnemann.

A los egresados de estas escuelas les avala la certificación de la SEP a través del REVOE (Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios) correspondiente. Más complejo parece ser el papel de la escuela que ofrece estudios de posgrado en Homeopatía,9 ya que el centro de estudios no tiene acceso a instalaciones hospitalarias ni otros servicios de salud, pero cuenta también con reconocimiento de la SEP a través de un REVOE, aunque no de la CIFRHS; hay que decir que las escuelas de medicina homeopática cuentan con un hospital en donde sus alumnos se preparan: el Hospital Homeopático “Dr. Higinio G. Pérez” de la escuela privada, y el Hospital Nacional Homeopático de la escuela del IPN; en ambos hospitales la inmensa mayoría de los métodos de diagnóstico y los recursos terapéuticos utilizados no son homeopáticos.

Siguiendo la recomendación del dictamen de 1982, han surgido servicios homeopáticos en algunos hospitales como en el Hospital General de México y el Hospital Gea González.

El dilema surge cuando se analiza la eficiencia de los recursos terapéuticos homeopáticos en los últimos años, y no existe en la literatura seria10 ninguna prueba que demuestre su utilidad en algún padecimiento, por más que se insista en la falta de efectos secundarios.

Oponerse a las terapias alternativas, naturales o no, parece de mal gusto, pero ofrecer a un paciente un recurso sin comprobar su utilidad, tenga efectos secundarios o no, puede cuestionarse éticamente de manera muy amplia y la participación gubernamental puede ser también trascendental.

Al contrario de la costumbre periodística, puse algunas referencias bibliográficas que espero ayuden al lector a ampliar la información.

Referencias

  1. senado.gob.mx/index.php?ver=sp&mn=2&sm=2&id=69338
  2. http://www.gob.mx/salud/acciones-y-programas/homeopatia-en-mexico
  3. http://www.cifrhs.salud.gob.mx/
  4. http://www.enmh.ipn.mx/Paginas/inicio.aspx
  5. http://www.escuelalibredehomeopatia.com.mx/
  6. http://www.cursosycarreras.com.mx/iessh-instituto-de-estudios-superiores-de-samuel-hahnemann-FI-1408
  7. http://iessh.com/
  8. http://www.altillo.com/universidades/mexico/de/jalisco/Instituto_de_Estudios_Superiores_Samuel_Hahnemann.asp
  9. http://www.homeopatiademexicoac.com/Menu/Colegio/colegio.html
  10. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/

Intolerancia: de los matrimonios igualitarios a la tauromaquia

Lectura: 3 minutos

Debo empezar por decir que, proporción guardada, son problemas sociales a los que une la intolerancia de los que se oponen.

Soy hijo del exilio español y desde siempre escuché a la derecha y la izquierda, tratándose de las posiciones políticas de diferentes personajes. Es verdad que casi siempre refiriéndose como buenas a las de izquierda y como malas a las de derecha; pronto mi padre me explicó el origen de las posiciones derecha-izquierda apuntando a la Asamblea francesa. Él era un republicano claro y convencido con algún toque socialista, prácticamente sin reflejos comunistas y que perdió al ir apareciendo evidencia sobre el totalitarismo soviético. Yo discutía y discuto que hay sistemas gubernamentales buenos por ser eficientes, y malos por ineficaces y, a veces, totalitarios. Desde entonces proponía que no se podía imaginar como un sistema lineal, aunque así había nacido con la Asamblea postrevolucionaria.

Yo lo imagino como un sistema circular, colocando a lo que ahora es la social-democracia en la posición del número tres de la carátula de un reloj, y al neoliberalismo en el nueve, y de ahí van surgiendo variantes. Pensemos que a las tres le corresponde un traje grana y oro, y a las nueve uno azul pavo y oro. Si en el caso del grana vamos subiendo de color hasta llegar a la posición de las doce, podríamos encontrar rioja y oro, nazareno y oro, obispo y oro, berenjena y oro, hasta llegar al negro, incluso con bordados en azabache. Por el lado de las nueve podríamos subir a azul marino y oro azul marino con bordados en negro, negro y oro, y llegar otra vez al negro y azabache. Al bajar de las tres podríamos encontrar al rosa mexicano y oro, malva y oro, palo de rosa y oro, blanco y oro, hasta llegar al blanco y plata a las seis; al bajar de las nueve encontramos al azul purísima y oro, el azul añil y oro, hasta llegar a los blancos a las seis.

Tenemos en la actualidad regímenes vestidos de negro y azabache que partieron de las tres para llegar a las doce en punto como la larguísima dictadura cubana, el régimen venezolano y el norcoreano. Hace no mucho hubo otros con traje negro que partieron de las nueve como el régimen chileno de Pinochet y el argentino nacido de la dictadura militar. A las seis hay pocos regímenes, pero algunos existen en los países nórdicos y ahora en otras zonas de Europa existen dos tendencias al respecto que parecen crecientes: la de Macron en Francia y la del partido político Ciudadanos en España. El primero parte de las tres y el segundo de las nueve, pero intentan gobernar vestidos de blanco, uno con mayores posibilidades que el otro; esta tendencia ha sido llamada Liberalismo Progresista, término que viene desde el siglo XIX y se caracteriza por sensibilidad social, eficiencia económica y democracia liberal. El partido de la Sra. Le Pen ya va vestido de azul marino y creo que quiere vestirse de negro, lo mismo podríamos decir de Podemos en España, de Jean-Luc Mélenchon en Francia y quizá de Morena entre nosotros, que yendo de obispo o de berenjena quieren vestirse de negro cuando lleguen a la plaza grande.

Pero al toro. Muy grave fue que una iniciativa del Poder Ejecutivo no llegara ni a ser discutida en las Cámaras ante la oposición de un grupo extremo que lo impidió. El primer error creo que fue llamarle Matrimonios Igualitarios, siendo que debió llamarse de Matrimonios del Mismo Sexo. Este grupo intolerante sin comprender ni aceptar la diversidad sexual, se opuso esgrimiendo argumentos morales válidos sólo desde su punto de vista y sin entender que los grupos diversos tienen los mismos derechos. Nadie les pedía que ellos se casaran con personas del mismo sexo, sino que se reglamentará que los que así lo desearan lo pudieran hacer, pero vestidos de negro y azabache lo impidieron, partiendo desde las nueve.

Una corriente de animalistas se oponen a la fiesta de toros sin analizar que se trata de una actividad que acarrea múltiples beneficios, económicos, sociales, ecológicos y que, sobre todo, es del gusto de un grupo que si bien minoritario es numeroso. Nadie les pide que asistan a la plaza de toros, sólo que dejen asistir a los que quieran hacerlo, pero partiendo de las tres intentan vestidos de negro acabar con la tauromaquia, con argumentos facilones y chabacanos que no pueden desvirtuar, repito, los beneficios económicos, sociales y ecológicos, inclusive, para el toro de lidia, que se supone es al que defienden.

En una muy reciente entrevista a Mario Vargas Llosa se le preguntó que si “con estos movimientos animalistas la tauromaquia estaba en peligro”. Y respondió que no, que lo que estaba en riesgo era la libertad.

Colaborador a ser anunciado…

Lectura: < 1 minuto

Esta nota contiene la categoría de cada una de las categorías de nuestros colaboradores.